Profesor Moncayo,
Su dolor, su tenacidad, la fuerza de su fragilidad, han inspirado estos días de soberbia y guerrerismo.
Usted ha sido, tal vez, el primer hombre en Colombia que ha reivindicado pública y políticamente su condición de padre. Ha mostrado, en este país de padres ausentes o autoritarios, que es posible vivir una paternidad con entrega y ternura. Lo hemos visto desgarrado exigiendo su derecho a estar al lado de su hijo construyendo presente, y continuando quizás, esas largas conversaciones que emprenden los seres que se aman.
Y profe, nosotras y nosotros tambien nos animamos a caminarle a una paternidad sin violencia. Esa es la gran transformación cultural que usted nos propone. Colombia necesita padres sabios, amorosos, dignos; condiciones, que ha negado una educación autoritaria y que la guerra acentúa en su lógica de horror.
Hemos estado acostumbrados a que sean las mujeres las que se opongan a parir hijos e hijas para la guerra, a protestar por los asesinatos y loas desapariciones. Las voces de los hombres han permanecido silenciadas.Y es ahora usted profesor Moncayo quien nos anima a defender públicamente nuestro compromiso vital de padres, padres del lado de la vida, padres amorosos contra la guerra, padres comprometidos con la historia.
www.paternidadsinviolencia.blogspot.com
viernes, 17 de agosto de 2007
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